En esta entrada del blog, cada uno de los componentes haremos una reflexión sobre el artículo "En torno a la literatura infantil". De esta forma, tras leer el escrito, cada integrante aportará sus ideas, relacionándolas con sus saberes y opiniones.
El artículo que leeremos para la realización de la práctica lo podemos encontrar aquí.
El autor de dicho texto es Juan Cervera Borrás, y pinchando sobre su nombre podremos encontrar sus datos bibliográficos más relevantes.
Puesto que el artículo trata varios temas interesantes y en esta reflexión no puedo abarcarlos todos, me centraré en los que son más importantes para mí. En primer lugar, y muy a mi pesar, creo que aún en la actualidad el concepto de literatura infantil y juvenil está enormemente menospreciado. En la sociedad actual parece que solo es válido aquello que va dirigido a los adultos y que “conlleva un grado mayor de complejidad”. Incluso me atrevo a decir que, tanto la profesión de maestro como todas aquellas tareas que se dirigen a un público de menor edad están vistas por algunas personas como trabajos fáciles de hacer o que no necesitan apenas esfuerzo. Sin embargo, no se piensa en la complejidad y la gran responsabilidad de formar y educar a los niños, así como de enseñarles todo lo necesario de la mejor forma posible. A grandes rasgos, da la sensación de que lo lúdico, lo creativo o lo infantil no merece un reconocimiento.
ResponderEliminarPero a pesar de esto, la literatura infantil y juvenil cada vez se abre más paso, y en mi opinión esto es fundamental. Puesto que, si no introducimos a los alumnos desde pequeños en el mundo de la literatura infantil, raramente de mayores se interesarán por la literatura “de adultos”. Además, no logro entender el por qué de ese rechazo hacia la literatura dirigida a los niños. Es evidente que cuando un estilo literario nace desde tres focos diferentes, es porque debe formar parte de la sociedad. Por tanto, veo totalmente necesaria la existencia de una literatura infantil, y con esta afirmación hago evidente que no estoy de acuerdo con la tesis liberal. Dicho modelo me parece inadecuado al concepto de educación que se pretende fomentar en los futuros docentes, y pienso esto porque, aunque dicha tesis apoya la existencia de la literatura ganada, creo que esta literatura no va dirigida directamente a los niños y, por tanto, no cumple las funciones básicas de la literatura infantil y no se adecúa a los niños ni a sus necesidades.
Por otra parte, quiero hacer alusión a que, en mi opinión, es un error que los maestros den más importancia a la literatura instrumentalizada que a los otros dos tipos, ya que con ésta no estamos ayudando a desarrollar la imaginación, creatividad y espontaneidad de los alumnos. Además, estoy totalmente de acuerdo con la afirmación que hace el autor Román L. Tames y finalmente, quiero decir, que la literatura infantil y juvenil es como una cadena despiezada, cuyos primeros eslabones ya se han unido pero en la que todavía quedan muchas cosas por conseguir.
En primer lugar, estoy de acuerdo con el autor en cuanto a que la literatura infantil, por desgracia y aunque no lo queramos, está instrumentalizada, y eso se puede observar a diario en los anuncios de la televisión o en cualquier librería, donde proliferan las obras del estilo Teo en la montaña o en la playa cuya única diferencia entre ambos es el paisaje donde se lleva a cabo la limitación de la creatividad del niño.
ResponderEliminarUno de los factores que ayudan a esta instrumentalización es la falsa creencia dirimida desde la sociedad que la literatura infantil son historias breves y sencillas (cuentos) utilizados con el único fin para dormir a los niños, ello provoca el desinterés por estas obras desde los niños más pequeños, muchos de los cuales gastan su tiempo frente a la pantalla del ordenador o de la videoconsola, hasta sus padres (adultos).
Para evitar esta industrialización de la literatura infantil debemos ponernos manos a la obra y proliferar la presencia de literatura generada y fundamentalmente creada en el interior de nuestras aulas para, como dice Román L. Tames, proporcionar al niño soluciones a sus problemas urgentes o a los que les surjan a medida que van desarrollando su personalidad.
Como se hace mención en el artículo de Juan Cervera, el hecho de que adultos lean la Literatura Infantil no quiere decir que haya un doble destinatario (adultos y niños) sino que la calidad de la literatura Infantil ha subido. Esta hipótesis se apoya en la tesis dirigista ( la literatura infantil es específica para los niños) y como apunta MERLO: la literatura infantil no es literatura didáctica sino que ha nacido para el goce exclusivo de niños lectores.
Por ello, y en definitiva como futuros docentes debemos luchar codo con codo con la industria que intenta ahogar a la Literatura Infantil para evitar la crisis de la literatura de creación donde los autores creativos serían desplazados por equipos técnicos de producción y con ello, la imposición definitiva de la literatura instrumentalizada que tanto tememos y la cual destaca por su carencia de imaginación.
CARLOS ALBERTO CARBONELL HERNÁNDEZ
¿Es literatura o no es literatura? Es el debate principal en el que se centra el autor el cuál viene precedido desde hace mucho tiempo ya que la literatura infantil y juvenil o no se la ha considerado literatura o se le ha considerado paraliteratura ya que la literatura era tomado como algo culto y serio.
ResponderEliminarNo hay que olvidar que la literatura infantil está presente en nuestro entorno desde que somos pequeños con los cuentos, las rondallas o las canciones de cuna que, aunque sean con música, también forman parte de nuestra literatura y que si la menospreciamos por el mero hecho de "no ser culta" perderíamos una gran parte de nuestra cultura milenaria.
Aunque contemos con una gran variedad de temas y pueda servir como un recurso muy interesante tanto para tratarlo en la escuela como en casa, por desgracia, mucha de la literatura que se consume en edad infantil es lectura instrumentalizada y únicamente consumida para realizar alguna actividad en la escuela.
Por eso que en un futuro docente, nuestra labor respecto a la literatura infantil es doble: Por una parte debemos darle la importancia que merece esta literatura y por otra parte dotarla de un enfoque más lúdico y de evasión para que podamos tener a lectores en potencia a pesar que no es un camino fácil porque las videoconsolas o la televisión es un rival muy duro hacia ese reto.
Daniel Ruiz Alonso
Al hablar de literatura infantil y juvenil, coincido con el autor en que “no por intentar ser infantil ha de dejar de ser literatura” y, por tanto, estoy de acuerdo con la tesis dirigista de la que habla Cervera.
ResponderEliminarDe hecho, puede que sea mucho más complicado escribir un libro infantil por el hecho de tener un receptor niño y un emisor adulto que, por consiguiente, no comparten muchos conocimientos ni necesidades.
Sin embargo, parece que no todos comparten esta opinión. Al igual que mi compañera Ainhoa, pienso que actualmente todo o casi todo lo que envuelve el mundo infantil está infravalorado por parecer exteriormente fácil. Incluso nuestra carrera, lo cual no sucede en otros países.
En cuanto a la instrumentalización de la literatura infantil, creo que no hay que ser radicales y eliminarla por completo, sino que hay que prestar más interés a los otros tipos de literatura infantil si lo que queremos fomentar es la creatividad.
En relación al doble destinatario, considero interesante incluir la denominada . En este caso no atendemos a niños y adultos como destinatarios directos de los libros, sino que consideramos que el libro debe gustar al niño y al adulto para que éste se lo compre.
Finalmente, si tenemos en cuenta la literatura infantil como asignatura podemos hablar de ella como “asignatura pendiente”. A pesar de que uno de los objetivos principales del enfoque comunicativo sea desarrollar el hábito lector de los alumnos, por lo que hemos podido vivir como alumnos, escuchar a otros compañeros o por lo vivido en los centros de prácticas, podemos intuir que algo no se está haciendo correctamente.
Personalmente, casi la totalidad de la enseñanza literaria que he recibido ha sido de manera tradicional: historia de la literatura se podría llamar. Por todo ello, si no queremos que esto continúe siendo así no hemos de repetir estos modelos y debemos apostar por una metodología diferente con la que realmente consigamos el objetivo propuesto en relación a la literatura: desarrollar el hábito lector.